miércoles, 19 de septiembre de 2012


Contempla a Jesús llamando a Mateo a ser uno de sus apóstoles. Jesús pasa junto a él y le dice: "Sígueme". No hace falta más explicaciones. Basta la persona de Jesús.
Esta sola palabra de Jesús, le basta a Mateo par sentir en su interior la llamada del Señor y responderle sin titubeos. Mateo "se levantó y le siguió`.
¡Qué hermosa lección! Jesús llama y Mateo responde
Escucha en tu interior, como Mateo, la llamada de Jesús: "Sígueme`... Óyela una y otra vez... Hazte eco de esta llamada... Luego haz actos de fe en Jesús y de acción de gracias .
Creo Jesús que como a Mateo me llamas a seguirte en tu servicio... Gracias, Señor, por tu llamada, por tus muestras de amor para conmigo...
Señor, que como Mateo, responda sin titubear, sin poner condiciones, fiándome de tu palabra... Que inmediatamente me ponga a tu servicio... Examina tu interior... ¡Cuántas condiciones pones al Señor!... Pídele perdón por tu infidelidad, por tu cobardía...
Únete a Jesús en esta llamada a Mateo e invoca al apóstol para que como él, respondas a la primera, sin miedo, sin condiciones... Toma una resolución.
Jesús elige libremente a sus doce apóstoles... Son gentes sencillas... Les da poder sobre los espíritus inmundos... y para sanar a los enfermos... Contempla a Jesús eligiendo a cada uno de sus apóstoles... Les llama por su nombre...
¡Qué suerte la de estos apóstoles... Ser elegidos por Jesús. . . !
Y los envió a predicar la Buena Noticia...
¿No sientes en tu interior que Jesús también te elige a ti... Que te comunica su poder gratuitamente?... Jesús te llama por tu nombre.. . Oye su llamada. .. Aleja de ti todo ruido que impida escuchar su voz... Purifica tu corazón... Siente sobre ti el poder del Señor... La acción de su gracia...
Dale gracias al Señor porque te ha elegido como a los apóstoles...
Jesús instruye a sus apóstoles: No seáis como los gentiles... Sed mis testigos ante los hombres... ¿Es así mi vida?... ¿Soy como los demás hombres?... ¿Con mi obrar se me distingue que soy enviado de Jesús? Proclamad que el Reino de Dios está cerca.. Que Jesús está en medio de nosotros... Que nos ama... Que nos salva... Apliquemos a los demás el poder que nos ha dado Jesús de curar, de eliminar las dolencias... Vivamos cerca de los necesitados... cerca del prójimo... preocupado por sus necesidades. Demos gratuitamente lo que gratuitamente hemos recibido... ¿No es verdad que nos cuesta dar gratuitamente?... Pide perdón al Señor por las veces que has dado exigiendo respuesta...
Jesús nos pide que saludemos a los demás... Si hay acogida vendrá la paz sobre ellos... Y sino, no temáis, mantened la paz, salid de allí y caminad a otro lugar... No queráis juzgar a esas gentes. El Señor los juzgará en el día del Juicio... No os dejéis contaminar por sus pecados... ¡Qué difícil es esto Señor!... ¡Cuánto nos cuesta aceptar el fracaso, el reproche, el desprecio de los demás... Ayúdanos Señor a mantener la paz en nuestro interior...

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