martes, 3 de julio de 2012

Oración a la Virgen María


Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; 
a ti suspiramos, gimiendo y llorando, 
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, 
vuelve a nosotros
esos tus ojos misericordiosos; 
y después de este destierro 
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre,
¡oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre 
Virgen Maria!

V. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas 
de nuestro Señor Jesucristo.

 Salve, Regína, mater misericórdiæ; vita dulcédo
 et spes nostra, salve.
Ad te clamámus éxules fílii Hevæ. Ad te suspirámus

geméntes et flentes in hac lacrimárum valle.
Eia ergo, advocáta nostra, illos tuos misericórdes óculos

ad nos convérte et Iesum, benedíctum fructum ventris tui,
nobis post hoc exsílium osténde o clemens, o pia, 
o dulcis Virgo María!

V. Ora pro nobis, Sancta Dei Génetrix.
R. Ut digni efficiamur promissiónibus Christi.

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